Acaríciame aunque sea a contrapelo. Porque soy un gato sin noche. Porque soy una luz que no rebota.

domingo, 17 de marzo de 2013

EGO TE ABSOLVO

La absolución pasa por la comisión del pecado. El pecado surge del ilícito valle de lo no aceptado. Lo inaceptado emana de la inexactitud de la dualidad. De entre los dos caminos, ¿quién establece el adecuado?. Y si ambos llevan a la cima de lo ansiado, ¿por qué uno es pecado?.
"Ego te absolvo", me susurró el que entre mis piernas se hizo prelado: y yo supe que era cierto cuando sentí sus dedos acariciando mi nuca que reaccionó a golpe de rosario. "Ego te absolvo" y en sus labios bebí el vino rojo de la sangre de un Dios ufano. "Ego te absolvo" y el cilicio de sus dientes fue mi penitencia cuando a ojos cerrados sentí los lacerantes estigmas en mi espalda.


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