Acaríciame aunque sea a contrapelo. Porque soy un gato sin noche. Porque soy una luz que no rebota.

lunes, 18 de febrero de 2013

MORIR PARA RENACER INTACTO

Tienes que morirte para renacer intacto. Si te mueres a medias no es suficiente. Se te quedan retazos de la vida pasada cosidos en las pestañas.
Cuando me senté a escribir por primera vez tenía doce años. Aporreé tan duro las teclas de la Olivetti que no me di cuenta que de repente tenía 38 y un Ipad de tacto clínicamente perfecto.
Ahora voy a publicar "A contrapelo" y os invito a leerla para que conozcáis el universo de mis silencios.
No será fácil, pero tampoco lo es resucitar, y aquí estamos.

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